VIVIR CONECTADOS...!!!

¿Atrapados por la tecnología ?

Dado que esta semana nuestro docente de Informática se encontró con algunos inconvenientes de salud, me he tomado la semana para poder buscar y analizar información variada , la cual , en primer lugar, comparti con mi compañera de la vida ( mi esposa)  y luego ella me sugirio que la comparta con el mundo en el blog.
Me pareció oportuno hacer una breve reflexion sobre si  ¿Estamos atrapados por la tecnología( TECNOFILIA)?, y encontré un articulo interesante en una revista.sobre el cual que me gustaría compartir con ustedes.

La revista indica que, si usted llega a su casa y la primera acción que encara es prender la computadora y chequear el correo electrónico; si da un vistazo rápido a las novedades de sus amigos en Facebook y Twitter, si sobrevuela los títulos de los diarios mientras le contesta una pregunta al paso a algún conocido por Chat, y recién ahí, luego de un largo rato, usted cae en la cuenta de que no se sacó el abrigo ni saludó a su familia, alármese: es muy probable que sea un tecnoadicto. Una problemática social que va tomando protagonismo al mismo tiempo que engrosa su lista de “víctimas”.

Ser adicto a la tecnología es más común de lo que imaginamos, y tal vez nosotros mismos lo seamos sin darnos cuenta. En gran parte, esto sucede porque estos aparatejos cada vez más pequeños, multifuncionales, curiosos y hacedores de paradojas se han insertado en la vida cotidiana de un modo asombroso. E Internet, madre de todas las redes, cuyos orígenes se remontan a 1960, se ha convertido, sin duda, en el río hacia donde la mayoría de estos adminículos de moda (iPads, netbooks, eBooks, MID, teléfonos celulares casi futuristas, MP3/4/5/ … entre otros) apuntan sus naves.

Un estudio del Hospital Universitario Médico de Kaohsiung, de Taiwán, determinó que uno de cada diez adolescentes es adicto a Internet, lo que provocaría en ellos reacciones de hostilidad y déficit de atención.

La investigación china, que se realizó durante dos años sobre 2.300 adolescentes de 13 a 18 años, monitoreó sus “vidas” en la Web. En ese lapso, uno de cada diez estudiantes desarrolló algún tipo de adicción a Internet. Las conclusiones del estudio, publicadas en septiembre pasado en la revista Archives of  Pediatrics Adolescente Medicine, revelan que son más propensos a esta adicción los jóvenes que padecen fobias sociales, depresión o déficit de atención con hiperactividad (ADHD, según sus siglas en inglés) o que expresan conductas hostiles.

Además, según un informe que recopila datos sobre Internet y las redes sociales elaborado en 2009 por la agencia de medios Mindshare, el 45 %  de los adolescentes argentinos navega en Internet los siete días de las semana: casi un 15 % permanece conectado más de tres horas al día, mientras que un 10 %  lo hace entre dos y tres horas, y casi el 35 % navega entre una y dos horas diarias.

Pero aunque las estadísticas todavía no lo reflejan, la tendencia al abuso de las nuevas tecnologías es algo que también alcanza a los adultos. “El uso de la tecnología está motivado desde el consumo y se ha tornado un hábito social y una moda más allá de la adolescencia. Por eso, muchos también lo ven como algo normal, porque todos lo hacen y no se dan cuenta del costo afectivo y emocional que acarrea, así como también del tiempo que insumen en estar conectados todo el día”, explica la licenciada en Psicología Gisela Holc, integrante de Hémera, Centro de Estudios del Estrés y la Ansiedad.

Según la especialista, los pacientes se acercan a consultar porque se sienten estresados y recién se enteran de su adicción dentro del consultorio: “Muchos ni siquiera saben que existe ese diagnóstico, pero hay cada vez más casos. Por lo general, uno ve síntomas asociados, como los trastornos del sueño, el estrés laboral o las modalidades adictivas en los vínculos y las adicciones en general. Hay que saber que la tecnología no es mala, tiene muchos beneficios y es una cuestión de límites: un poco está bien y mucho es un exceso; ahí radica el verdadero desafío, en saber utilizar las ventajas y no caer prisionero de las desventajas”.